JUAN EL SOLITARIO
Hnos, con todo amor y reconocimiento para muestro amado Maestro Juan el
Solitario, que perdió su hermosa cabeza en su lucha para regenerar a los hombres
de la tierra, y reconocido en la COSMOGONÍA como el "MAYOR DE LOS NACIDOS", va
hacia ÉL,nuestro propósito genuino de seguir sus enseñanzas de austeridad,
fuerza de caracter y lucha por la verdad.
Del Libro "Buscándo a Dios"
CAPITULO SÉPTIMO
JUAN EL SOLITARIO Y JESUS NAZARENO
Párrafo I
UN HOMBRE FUERTE Y AUSTERO: JUAN
He aquí dos hombres retratados en las profecías, (según la interpretación de
algunos sabios de
aquella época y los evangelios de la Iglesia Católica): yo los tomo como dos
hombres singulares y los
voy a ver y oir en su campaña, y si buscaban lo que yo busco, tendré compañeros.
En la religión judía estaba establecido, que en la canícula, fuesen los judíos a
tomar abluciones
al Jordán, río famoso por las escrituras santas, pues con esas abluciones (que
significaban penitencia)
se purificaban de sus pecados. (En verdad que es agradable esta penitencia).
Juan, llamado el Solitario,
dicen, que vivía en el desierto; o en el monte, y que no comía sinó langostas y
hierbas y durante el
verano, es decir, durante el tiempo de las abluciones, bajaba a las riberas del
río y así es cierto:
exhortaba a la penitencia y les anunciaba, que el Mesías venía detrás de él y él
era su precursor que le
preparaba los caminos; pero su caballo de batalla era, el amor de unos a otros;
el olvido de las ofensas y
la reprensión de los vicios, y como hombre que sabe cual es su deber, reprendía,
allí donde encontraba
el vicio y la inmoralidad; pero era más fuerte en la reprensión de los grandes y
magnates, porque
comprendía que el ejemplo debe darse por los de arriba; por los reyes, por los
sacerdotes, por los
magnates, por todos los que tienen investidura y, a éstos los llamaba "hijos de
víboras" y les hacia
cargos de la perdición de la fe de Israel; su amor, lo llevaba al humilde; su
voz de anatema, llegaba
valerosa al trono de los reyes; este hombre, dice de "Dios en el Universo"; no
dice de Dios en el
templo.
Pero hay una piedra peligrosa en su camino: ha reprendido unos amores ilícitos
del gobernador
Herodes, con la mujer de su hermano y, la gente de púrpura, el uno por millón
perdona; y a pesar de
que Herodes lo respeta como a profeta, a pedido de su concubina, lo arresta y
por su instigación, una
muchachuela que hacía piruetas deshonestas ante el gobernador y su corte, pedirá
su cabeza y así fue;
y, la hermosa cabeza donde residía la luz del amor, el amor universal, cae de un
tajo de fiera cuchilla;
pero deja discípulos y heredero que tiene discípulos y su doctrina de amor y
justicia, está sembrada.
Este hecho, (quizás único descrito con la debida sencillez en la historia) se
revela verdadero y
mil motivos de admiración asaltan a la mente del alma ingenua. Si este libro
pudiera admitir un canto
antes de haber encontrado al Dios de Amor en su asiento, sería para este hombre
tan grande de alma
como la verdad que predicó y sabio como humilde; pero no porque lo admire he de
cantarle un himno
antes que al Dios de Amor en su asiento, (que es para mí, como para Juan lo era)
lo primero de lo
primero. Pero me ha señalado un jalón y en agradecimiento, Juan será mi
compañero en mi dura
excursión y que nos sigan luego todos los que encontremos en nuestra
peregrinación y seremos, ya lo
verás, Juan, sacrificados, moralmente al menos; pero cuando haya encontrado
encontrando lo que
busco, lo que buscaste tú, encenderemos la luz y las tinieblas desaparecerán y
solo la maldad podrá
rechazar por sistema, mis juicios y, para entonces, te invito, Juan, a llamar a
los sistemáticos, hermanos
y no "hijos de víboras" como en otro tiempo hiciste y fue tu sentencia de
muerte: marchemos.