“EXHORTACIÓN A LOS DESTERRADOS DE LA TIERRA”
Leyendo en el “Código de Amor Universal”, tomo II, en el Capítulo que trata sobre “PAUTA HISTÓRICA PARA HIMNOS Y CANTOS”, me encuentro con una “EXHORTACIÓN A LOS DESTERRADOS” de la tierra el 5 de abril de 1912. Este canto, en forma de exhortación se encuentra al lado de otros cantos y himnos dedicados al “Espíritu de Verdad”, a la “Solidaridad”, y al ...“Sol” nuestro padre en la materia, entre otros.
Al volver a retomar esta lectura que realicé días atrás, esa “EXHORTACIÓN” me parece el mayor acto de amor de una humanidad para sus hermanos equivocados que por su propia voluntad o por la acción de la Justicia Universal tomaron el camino hacia mundos inmensamente más atrasados que la tierra. Esos hermanos en nuestro mundo fueron nuestros verdugos y en ese mundo donde fueron expatriados tendrán que ser sus salvadores, su luz, sus guías, única manera de poder salir de ese mundo de destierro.
Al revisar esta lectura muchos pensamientos se vienen a mi memoria, el recuerdo de lecturas realizadas en décadas atrás.
Recuerdo y tomo conciencia de las palabras del Maestro Joaquín Trincado, Fundador de nuestra “Escuela Magnético Espiritual de la Comuna Universal” y “Juez de la Tierra” por mandato del Padre Universal y por imperativo del cumplimiento de una misión. Recuerdo que: “NADIE ES DESEREDADO POR NUESTRO PADRE”, que “NUESTRO PADRE ES AMOR” Y QUE NO QUIERE LA MUERTE NI EL CASTIGO ETERNO DEL MALECHOR, SI NO QUE SE REGENERE Y SE CONVIERTA EN MAESTRO Y ESPÍRITU SABIO EN LAS LEYES DE LA CREACIÓN”.
Recuerdo el mundo “YALE”, mundo primitivo que tiene millones de años de atraso en relación con la tierra, y a donde muchos de nuestros hermanos desterrados fueron a dar. Recuerdo el mundo “SAMAR” que, para 1912, estaba próximo a realizar su “JUICIO DE MAYORÍA” y donde algunos desterrados de la tierra fueron expulsados. Y descubro en la lectura que hago del “Código de Amor Universal”, tomo II, que estos dos mundos mencionados no fueron los únicos mundos a donde fueron expatriados los expulsados de la tierra, que fueron llevados a una gamma de mundos primitivos y de expiación de acuerdo al grado de progreso de cada espíritu, es decir, de acuerdo al grado de aberración de los expulsados, y me encuentro en la lectura que al respecto el Maestro Joaquín Trincado escribe: ” …DESTERRADOS A VARIOS MUNDOS PRIMITIVOS Y DE EXPIACIÓN…” (“Código de Amor Universal”, tomo II. P. 222. Primera Edición.).
Recuerdo que al llegar los 29 misioneros a este mundo, después de realizar un estudio de la situación de la tierra, y de las medidas que había que tomar para regenerar este mundo en el tiempo establecido por el “GOBIERNO DEL ESPIRITISMO”, se toma la decisión de prohibirle a un elevado número de espíritus que encarnen a objeto de que pudieran los 29 misioneros hacer avanzar el mundo para darle de nuevo la oportunidad a estos espíritus de demostrar si estaban en condiciones de quedarse o no en este mundo. Esa prohibición venció después de la epopeya de Juan y Jesús, y volvieron a encarnar los espíritus más primitivos de este mundo, y al respecto dice el Maestro Joaquín Trincado; “SACERDOTES FUERON Y SACERDOTES VOLVIERON A SER”, llevando a este mundo en tan solo 1000 años a la “ÉPOCA MÁS GRIS Y ANESTESIADA que en los últimos milenios había vivido la humanidad, teniendo su mayor apogeo en la lúgubre y terrible EDAD MEDIA.
Pero, ¿cómo es que siendo todos los espíritus de la tierra originados del seno del Creador en el mismo momento una buena cantidad de ellos llegaron a ser espíritus de luz en la tierra, mientras que otros conservaban su primitividad en su mayor fuerza? ¿Cómo es que unos espíritus por su elevado progreso llegaron a ganarse un asiento en los “CONSEJOS SUPERIORES” de nuestro plano, mientras que otros aferrados a sus perversidades fueron a dar a mundos primitivos? La respuesta a esta pregunta se encuentra en la primera parte de esta “EXORTACIÓN A LOS DESTERRADOS DE LA TIERRA” que se encuentra en el “Código” mencionado.
En lo que podríamos llamar, por su contenido, la segunda parte de la “EXORTACIÓN A LOS DESTERRADOS DE LA TIERRA” se plantea lo siguiente:
Fui tirano, ladino, opresor
Y até a mi carro de mi frenesí
Los progresos del trabajador,
Que aún así hizo del mundo un jardín.
Me llamabas y yo no te oía
Me llamabas y de ti huía
Me asustaba y arrastré a mi madre
Temía en mi juicio, el desastre,
De venganzas e iras que yo cometí,
Y en letárgico sueño caí.
Rodaba a un precipicio;
Más sonó la trompeta del juicio
Potente y sonora me despertó,
Resurgiendo mi espíritu envuelto
De lodo asqueroso y de negro hollín…
Pero el timbre de aquel instrumento,
Me atrajo en amor y encontré a Eloí
¡Oh Padre de Amor!...
A tu balanza,
Solo el ancla
De salvación
Pudo igualarla
Y me limpió
Del hollín y lodo
Y mi tiniebla
De negra niebla
También rasgó.
Yo quedé alegre
En la bella tierra
Que antes hiciera
Morada horrible,
Pero otros miles
La voz no oyeron
Y a un mundo fiero
Los retiró…
Esa misma ancla
Que en la balanza
A otros salvó.
Yo me fui de ellos
Piedra de escándalo
Pido para ellos
Tu amor sagrado
Y que en ti vean
Solo a su Padre
Cual yo te vi
En aquel juicio…
¡Acto tremendo!...
En que juzgados
No conocieron
A Eloí.
¡O tristes desterrados
Por vuestra ofuscación!...
Oíd hoy la oración
Oíd nuestro consejo
Oíd al Juez Supremo
Que os brinda redención
¡Oh tristes ofuscados!..
.Por vuestra aberración
Lloráis infortunados…
No estáis desheredados
Y si sabéis curaros
Tendréis la redención.
¿Por qué habéis olvidado
Que existe un Creador?
¿Acaso esa morada
Por oscura que era
Vuestro orgullo la crea
Ni aún otra peor?...
Pues todas son del Padre
Y ahí fuisteis en justicia
Y al fin de sufrimientos
Tendréis el escarmiento
Y entonces diréis… ¡Padre!...
Queremos la justicia,
Y nuestra redención.
Luchad hermanos nuestros,
Venced vuestras pasiones,
Mostrad que ya sois hombres.
Ejemplo es que os damos
Oíd nuestros avisos
Y humildes y sumisos
Al Padre confesar.
Padre mío de mi ten piedad
Tus bondades desaproveché
Mis pasiones me hundieron aquí
Fui un ciego, ten Padre piedad.
A tu Juez no lo quise escuchar
Y en el Juicio aún lo apostrofé
Padre mío, de mi ten piedad
Y en tu amor ven… júzgame.
Yo arrastré a mi hermano con mí
A este mundo de lucha y fragor
Y aún aquí provoqué el furor
Y pequé ante el cielo contra ti.
Mas acuérdate … Mi Padre
Que tu hijo soy de hollín
Vestido de mis maldades
Convertidas en festín
Del Dios que hice de la carne
Que el alma me anestesió
Y el sentimiento mató
Y me hice ruin y cobarde
Esclavizando a mi madre…!
Confieso mi ofuscación,
Mi confesión sincera,
Padre de amor
Llegue a ti
Plañidera de mi dolor
Olvida Padre mío
Que ingrato fue
Tu hijo libertino
Que hoy pide al Juez
Que lo ponga en camino
De hacer el bien.
Fin de la exhortación.
NOTA DE VALMORE: Recomienda el Maestro Juez a la humanidad de la COMUNA que este canto debe entrañar EL MÁXIMO AMOR, para lo que solicita “poner en nuestra plegaria toda la emoción de nuestras almas para lograr mover al dolor, arrepentimiento y reconocimiento del Padre, a nuestros desterrados….”.
FIN.
Valmore Martínez
Venezuela
2013. E. V.Ver más
Índice