Sección Salvadoreña.
De nuestro archivo: Revista Triangulo, 20 de Octubre Año 1952.
S O C R A T E S
Maestro Filósofo y Guerrero
La vida de Sócrates es ejemplar, como Maestro no tuvo en su época quien
rivalizara su autoridad.
"Fue hijo de una familia humilde, nació en el año 469 antes de nuestra era, pero
no obstante recibo una educación esmerada, estudio las obras de Homero, también
las de Hersiodo, practicaba la gimnasia, era un artista, y como músico demostró
mucha devoción por las bellas artes, inspirado poeta, recitaba poesías, haciendo
sentir lo que sus autores reflejaban al escribirlas, aprendió también los
elementos de la Geometría, como su padre llamado Sofronisco. Y como escultor se
distinguió al cincelar algunas estatuas que decoran el recinto de la acrópolis".
Es sabido que Sócrates, aun contra los deseos de su Padre abandono el arte de la
escultura. ¿Por qué?... porque obedeciendo los mandatos de una voz interior, que
la generalidad suele llamarle la VOZ DE LA CONCIENCIA quien le ordenaba se
dedicara a su verdadera misión, que era la de difundir sus doctrinas de
redención-humana-espiritual a lo que venía, y no podía desoír los dictados de su
propio espíritu que como misionero tenía problemas más importantes que resolver,
teniendo que dedicarse de lleno a la difusión de sus doctrinas, cuyo era su
mandato.
¡Oh! Qué enigma encierran esas almas grandes cuyos espíritus saben dirigir sin
temor a equivocarse, pero la perversidad de los hombres que aun no han
despertado a la luz de la razón sólo ven sus conveniencias ¿para vivir? ¡No!
Para vegetar entre tinieblas que son las armas favoritas que blanden los que
saben sacar provecho de la inconciencia del pueblo y mantenerse sobre él, para
no dejarlo sacudirse el yugo de la ignorancia.
Sócrates desde ese momento se convierte en escultor de almas, era ya un hombre
maduro, cuando se encontraba Grecia en la plenitud de su gloria. Por entonces y
por mediación de su discípulo Alcibiades conoció a Pericles, y también a la
mujer de Pericles, Aspasias de Mileto, gran inspiradora del famoso gobernante
Sócrates decía a sus discípulos "a las juventudes debe formárseles en la
práctica del bien y las virtudes, y sólo es dichoso quien sepa subordinar sus
actos a la razón que es lo que rige al mundo"
¡Sí! Ya lo dijo Moisés al retirarse de su pueblo, cuando esté prevaricó después
de libertarlo:"Gotea MI DOCTRINA COMO GOTAS DE ROCIO que refrescan y hacen
reverdecer los campos", Sócrates con sus prédicas refrescaba las conciencias y
reverdecía los desiertos de esas almas que se ahogaban en un océano de
incertidumbres.
Este gran filósofo siempre se le vio vestir pobremente "andaba descalzo, era un
hombre de baja estatura, de rostro afable, de ojos saltones, nariz achatada,
labios gruesos, era muy comunicativo y con facilidad entraba en conversación con
los transeúntes valido de su ingenio, siempre se acomodaba a las características
diversas. "Fue un maestro ejemplar, buscaba a las juventudes para darles
enseñanzas hasta en sus domicilios particulares, no cobraba por sus enseñanzas,
viviendo de pequeños donativos que sus discípulos le hacían".
¡Qué hermoso es recordar a estos apóstoles de la verdad, y que falta hacen en
nuestros días, que sólo los convencionalismos se posponen antes que decidirse a
empuñar el báculo y salir a evangelizar a las multitudes por campos y collados.
¡Sí! A evangelizarlas pero no con la BIBLIA CADUCA, ni con el CREDO MENTIROSO,
sino con las verdades austeras sin ropajes que encubran la realidad de la vida,
eso es lo que deben hacer aquellos que se dicen conductores de pueblos y que
están al frente de un porvenir que es incierto para esas masas que confían
siempre en caudillos que cuando están por conseguir el favor de sufragio que los
lleve a ocupar un puesto público, ofrecen cambiar la estructura de los pueblos,
hasta en su raíz, para bien de la… ¿Patria? ¡No! De sus estómagos!
Las ideas de Sócrates fueron escritas con más sinceridad por sus discípulos,
Platón y Jenofonte. El nunca creyó que enseñaba nada, y siempre se le oyó decir;
"Sólo sé, que nada sé". Se complacía preguntar a los artistas acerca de la
belleza, a los políticos del bien público, a los militares acerca de su oficio,
a todos los notables de su época, y cuál no fue su sorpresa al descubrir que
todos desconocían su propia ignorancia. Y cuando su amigo Querofón preguntó al
oráculo de Delfos quién era el más sabio de los hombres SÓCRATES fue la
respuesta.
"No creas", dijo en una ocasión a Alcibiades "Antes de aprender a gobernar a los
demás, es preciso aprender a gobernarse así mismo. Y para llegar a ese
conocimiento es preciso que te aprendas ante todo el precepto esculpido de Delfo
"CONOCETE A TI MISMO"
Como soldado Sócrates fue ejemplo de valor y resistencia, a los 37 años sirvió
como soldado a su patria, distinguiéndose por su valor y arrojo, resistencia y
serenidad, que demostró en el sitio a la Ciudad de Potides, que se reveló contra
Atenas, durante los dos años que duró el sitio a dicha Ciudad, donde Sócrates
sirvió como soldado de infantería,
causando admiración por su resistencia a la fatiga. no tuvo rival para soportar
el hambre y el frio, desafiaba la intemperie con la sola capa que habitualmente
usaba caminando sobre el hielo con los pies desnudos, como dijo Aristófanes "con
paso altivo y mirada desdeñosa, mirando siempre de arriba abajo con la misma
impasibilidad a amigos y a enemigos", Cuando en una retirada en una acción
guerrera al caer Jenofonte herido de su caballo, Sócrates lo levantó y sobre sus
espaldas lo trasladó a un lugar seguro. ¿Quién había de creer que el Maestro
salvaba la preciosa vida del discípulo que después escribiría las memorias de
Sócrates?
¡Oh! ¡Qué tiempos aquellos cuando los hombres no median las consecuencias, y
sólo veian la necesidad de prestar su concurso a quien lo necesitaba para estar
solícito en su auxilio. ¿De cuántos Sócrates necesita la humanidad actual para
su salvación?
HNO. BARTOLO WALLE G.
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