ESCUELA MAGNETICO ESPIRITUAL DE LA COMUNA UNIVERSAL
SUB-CÁTEDRA “HERMANO ALAN KARDEC”
CARACAS – VENEZUELA
PASCUA DE LA LIBERTAD
04 DE DICIEMBRE DE 1967
MÉDIUM: RENÉ
COMUNICANTE: JESUS DE NAZARETH
La paz de Eloí sea con vosotros en este 4 de diciembre.
Muy conmovida se muestra la Madre de la Humanidad, porque el corazón de todas las madres del mundo es tierno. Sí, la Madre de la Humanidad siente el dolor de sus hijos en propia carne.
Lloran los ojos de María y se envuelve en tristeza, todo el homenaje que vosotros queréis rendirme en esta noche. Girones de gloria, girones está hecha la paz. Infinita tristeza en el corazón del hermano.
¡Sangre!, ¡Guerra!, ¡Lucha!, ¡Desavenencias!. Familias contra familias y hermanos contra hermanos. Sangre de hermanos que se derrama en el Asia. Odios que se extienden desde Israel hasta los pueblos Árabes. Principio de guerra entre Grecia y Turquía. Partidos políticos que se deshacen en la nada.
Hermanos, Jefes de Estados, que se desean la muerte por odio. He aquí, la Francia odia a los Ingleses y que los Ingleses odian la Francia. He ahí como el odio se propaga. He ahí corno los Estados Unidos de América que pueden aplacar el hambre del mundo, sacan de la sangre de sus hermanos su riqueza. He aquí, como estos países donde debería reinar la fraternidad y el amor, hay odio.
He aquí la Escuela de Trincado hecha girones por el odio. Hermanos contra hermanos, calumnia contra calumnia. Insulto que se levanta contra insulto y sin embargo, esta noche todos ante Jesús, rinden palabras de amor. Girones de la paz, girones de la gloria.
El amor que desea Jesús, es la fraternidad de todos los hermanos que han visto la luz y que conocen la Escuela del Amor. El único homenaje que engrandecería mi espíritu, el único homenaje que me haría rebozar de alegría y de satisfacción, os confieso. El homenaje que esta noche se me rinde en todas las Escuelas de la región, de la comarca, de los países, en este momento unidos para hablarle a Jesús ¿Qué podéis decirle a Jesús?, ¿Qué es lo que podéis decirle a vuestro hermano?. La máxima de los Maestros ha sido una: Amaos los unos a los otros, como hijos que sois de un mismo Padre.
No sois vosotros los que en este día podríais hablar de amor, sino habéis ofrecido vuestro corazón en holocausto, sino habéis tendido la mano a todos los hermanos en amor y en fraternidad. Olvidaos digo, hermanos, vuestros odios y vuestros rencores. Amaos todos como un solo haz de espigas, procurad que esas espigas se eleven florecidas y no decaigan. Haced de vuestras manos un sólo lazo y cuando os améis y cuando estéis listos para la fraternidad, para el amor, pero el amor verdadero, ese amor que se da, ese amor que no se pide, ese amor que perdona todas las ofensas, ese amor que no ve defectos en sus hermanos. Cuando vosotros estéis unidos en esta forma como lo desea Jesús, entonces sí, este homenaje me llenará de felicidad y en lugar de que esta copa que hoy ofrecéis en mi nombre, esté llena de Acíbar por vuestras divisiones, por vuestras mezquindades, entonces esta copa de Acíbar dejará de ser Acíbar, para convertirse en la Miel de las Abejas.
Bien sé que me amáis, pero no es ese el amor que yo quiero. Jesús, el que se le da hoy, no es ese el amor que yo deseo. El amor que yo deseo es el que se le da a todos aquellos que os rodean y que forman la familia Universal. No convirtáis vuestra escuela en Juzgado, porque vosotros no podéis ser jueces, hermanos míos. Humillad vuestra cabeza y conoced de vuestros errores. Cuando hayáis reconocido los errores, cuando os hayáis unidos en una sola familia fraterna y Universalista, entonces sí que reconoceré el amor que vosotros queréis ofrecerme en este día. Pues en verdad os digo, que la copa que esta noche ofrecéis en mi nombre, será de Acíbar mientras la Escuela de Trincado permanezca dividida por odio y por rencores. Más tened presente que quien os habla así os ama, que quien os habla así, os tiene en su corazón y que está dispuesto ayudaros a protegeros y a tended la mano en vuestras penas. Más meditad, que los tiempos son llegados. Más meditad, que os espera la gran tragedia de la humanidad y que vosotros no podéis hablar de desunión. Vosotros debéis de hablar de amor. Vosotros debéis hablar de fraternidad.
Hermanos míos, he hablado para toda la Escuela, a este grupo que está aquí no puedo ponerle casa aparte, la casa del Padre en estos momentos debe ser para todos.
Que la paz de mi Padre sea con vosotros. Que en los momentos de vuestra tragedia podréis encontrar mi luz y podréis encontrar mí corazón. En el mismo momento que llaméis a Jesús de Nazareth, Jesús de Nazareth acudirá a vosotros y os consolará en vuestras penas y en vuestros dolores.
Que la bendición de Eloí sea con vosotros. Buenas noches.
Jesús de Nazareth, ha estado con vosotros.
NOTA: La presente comunicación fue confirmada por los hermanos videntes. (El Director)
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