LA MUSICA
De la Filosofía Enciclopédica Universal Tomo 1.
Cantad hermanos, a la justicia y bondad del Padre, porque el canto y la música elevan el alma, porque es el lenguaje de los espíritus. ¡La música!... ¡Lengua Divina! ¡Compás de la eternidad que mide los instantes, que aunque tales, por su sublimidad son eternos, ¿Qué cosa hay más bella? Sólo una, la verdad; porque ésta engendra la música, la poesía, el canto de las almas que, cuando encontraron la verdad, pulsan la lira y le arrancan las melodías de gratitud, de adoración, ¡La música es la lengua universal!...Ella llora, Canta, ríe y bendice; todo entra en ella; ella sublima y abate y es el conjunto armónico y desarmónico del universo. ¿Quién en la música no encuentra algo que lo arrastre? En su melancolía, el corazón llora las desgracias y las nostalgias de algo querido; atrae a su mente con caracteres indelebles, algo olvidado. En sus abruptos, el soberbio y el indómito, se vanaglorian sus victorias y derrotas; en su armonía, el alma que ya encontró la verdad, la luz, admira hasta las más intimas fibras del conjunto universal, se extasía y llega hasta Dios.
¿Cómo se compone la música? La música está compuesta. Sólo falta la inspiración y la elevación del espíritu, para recoger las notas dispersas por el Universo y trasladarlas al pentagrama; y quien más alto sube más inspiración alcanza y más armonía escribe. Por lo demás, todo está hecho en el eterno e infinito arsenal. Músico fui y músico seré; más he aprendido en todas mis existencias; y compuestos quedan mis cantos en el espacio, que tú has de oír; y cuando a la tierra bajaré, al papel trasladaré las notas, que serán el himno a la belleza, a la sublimidad, a la verdad, al Espíritu.
Tú sigue adelante, que escrito está, que en el Universo ha de reinar el amor, en todo verás alegría en los espacios, Dios no quiere tristezas y por eso el Universo está lleno de eternas melodías . ROSSINI.
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